A propósito del texto titulado "Una cinta azul de dos palmos y pico", del escritor Juan Farias, nos hemos propuesto reflexionar sobre la enseñanza que de él se desprende: no es más feliz la persona que tiene más cosas, sino la que más las disfruta, aunque sean pocas y sencillas. En definitiva, esto tiene que ver con la felicidad y el dinero.
Pues aquí tenéis un par de reflexiones escritas por sendos alumnos de 1º B. Podéis dejar vuestra opinión en comentarios.
Texto de Alejandro José Pellicer: La felicidad y el dinero
El dinero no da la felicidad, o eso nos enseñan desde pequeños, pero eso depende de la persona, el lugar o la cifra. Sin embargo, en la TV ponen programas como ¿Quién vive ahí? y ves casas sorprendentemente hechas con millones y a los entrevistados se les ve felices.
Pero miremos a África. Allí ves a los niños jugar con un balón hecho de trapos y se les ve felices, disfrutando de ese momento con los demás, aunque vayan descalzos en un suelo de arena caliente por el sol.
En los dos casos las personas son felices, o lo parecen.
Yo creo que siempre queremos más hasta que no podemos tener más cosas. Lo importante es tener lo justo, para no aburrirnos con las cosas que tenemos de más.
Texto de Javier Bravo Rodríguez: La felicidad no se compra con dinero
Mucha gente piensa que los pobres son desgraciados y los ricos felices. A mí me da igual ser rico o pobre, porque pienso que la felicidad no se compra con dinero.
Yo soy feliz teniendo amigos para jugar, yendo al colegio o al instituto; estando sano; teniendo a mi padre y a mi madre para que me eduquen y me cuiden. Tengo un hogar para no para no pasar frío en invierno ni calor en verano. Puedo comer y beber agua para no morir de hambre ni deshidratado.
Creo que para ser feliz no necesito tener la última Play que saquen, ni un I-phone 7 s plus, que también está bien, pero con tener amigos, salud, un padre y una madre, educación, comida y hogar ¡¡me sobra!!