Todo comenzaba como un día cualquiera, un día rutinario, de esos que no me gustan, pero por desgracia me estoy acostumbrando a ellos.
Ayer, desde muy temprana hora, estaba pensando en un tema para este ATENTOS A LA VIDA. Estaba en blanco, como la hoja en la que debería escribir. No podía pensar en un tema concreto, aun cuando hay tantos de los que hablar, demasiados; pero si no piensas en cómo desarrollarlos, no puedes escribirlos, ¿verdad? Ya digo, un día normal, sin nada interesante que contar. Eso me mosqueaba; pensaba y pensaba y no se me ocurría nada.
En la noche, me puse a escuchar música, a uno de mis músicos preferidos, un poeta convertido en músico. También me puse a hablar con mi musa, inexistente persona que me inspiraba en todo lo que hacía y escribía. Mi texto anterior lo escribí a las 4 de la madrugada, cuando ella estaba dormida y yo no podía pensar en otra cosa. Se me apareció el sentimiento que me invadía en ese momento: la soledad. Ahora me embargaba la frustración.
Me había despertado sobresaltado y apaleado a las 3 de la mañana, con el único pensamiento de que tenía que escribir algo antes de las 8:15 del día siguiente. Estuve pensando, pero...Mi frustración aumentaba. A las 4:15 me volví a dormir. A las 6:45 me levanté tranquilo, sin ninguna preocupación y, de repente, cuando más sosegado estaba, me viene a la cabeza el asunto sobre el que puedo escribir. ¿Por qué no escribir sobre la frustración continua que me invadía ayer al intentar escribir algo decente?, me dije. Y aquí estoy.
Querido amigo, tú que estás leyendo esto, puede parecerte desconcertante este texto, pero lo hice para que empatizaras con mi frustración y conmigo. Solo he de decirte que los sentimientos nos pueden jugar una mala pasada. A mí no me permitían escribir y a ti no te permitirán otra cosa. Contrólalos y contrólate. No dejes que te impidan pensar y escribir.
He de despedirme ya, que estoy escribiendo esto a las a las 7:45h de la mañana y he de alistarme a toda prisa para irme. ¡Un placer y adiós!
Michael Corral Mendieta, 4º A