Con esta entrada comenzamos una sección nueva: MI NOMBRE SIGNIFICA ALGO. ¿Te gusta tu nombre? ¿Has pensado alguna vez qué significa?, ¿por qué te lo pusieron?, ¿qué relación tienes con él? ¿Hay algún personaje famoso que lo lleve? Si quieres compartirlo con nosotros, estaremos encantados/as de leerte.
Comenzamos la sección con tres textos de 1º B.
Agustín proviene del nombre latino Augustus, que significa "consagrado por los augures" o "el venerado" y se relaciona con el mes de "agosto".
Hay mucha gente a la que le gusta su nombre y se siente cómoda con él, pero hay otra a la que no. Yo, por suerte, pertenezco a esa parte afortunada que lleva su nombre con orgullo ya que es el de mi abuelo materno, al que recuerdo con muchísimo cariño.
La verdad es que no hay por ahí muchísimos "Agustines" que digamos. Al pasar lista vamos a oír pocos:
- ¡Agustín!
- ¡Presente!
Pero bueno, a mí esto siempre me ha venido muy bien pues no me han tenido que llamar ni Martínez ni García- mis apellidos-.
Al buscar personajes famosos que lleven mi nombre, no he encontrado ni cantantes, ni deportistas- que parece ser que son los únicos que se pueden atribuir ese calificativo-; pero creo que he encontrado algo mejor. Para empezar, una chica y encima luchadora: Agustina de Aragón. Para continuar, un músico y compositor: Agustín Lara; y para terminar, San Agustín, filósofo, escritor y muchas cosas más.
RESTAS Y SUMAS
A mí me pusieron María porque a mi madre y a mi abuela les gustaba este nombre, aunque yo, de pequeña, me creía que era una cosa de sumas y restas con los nombres. Me explico. Mi abuela, Isabel + María= mi madre (Isabel María). Isabel María - Isabel= yo, María. Cuando mi madre un día me preguntó si sabía por qué me había puesto este nombre y le dije lo de las sumas y restas, se echó a reír y me lo explicó.
Según el significado de este normbre, soy:
-de origen hebreo. Amable, emotiva y condescendiente. Me gusta sentirme alabada (¡¡esto no es así!! Odio sentirme alabada porque me da una vergüenza terrible), despierto simpatías, me gusta resolver problemas ajenos y dar amistad. Mente de pensamiento firme (¡en esto le doy toda la razón!). Podría destacar como diplomática, contable, estadística, bibliotecaria (¡cómo que bibliotecaria, con lo que me encanta no parar de hablar!), política, pintora o música (¡qué rollo!).
- Número de la suerte: el 4 , ¡¡mentira!!, es el 8
Yo no sé si todo esto le funciona a la gente, pero conmigo no atina, y encima no menciona que a las María nos gusta hablar.
Yo, llamado Marcos, tengo un nombre muy significado para mí y para otros.
Según un cuadro que tengo en mi habitación, mi nombre es de origen italiano y mi color favorito es el naranja; mi número preferido, el 9 y, la verdad, es que es así.
Cuando era pequeño no me gustaba mi nombre, pero ahora me encanta porque es muy original.
Mis padres me lo pusieron por un tío de mi madre llamado Marcos, muy querido por toda la familia y, especialmente, por mis padres. Parece ser que este tío era una persona muy amable a la vez que gracioso, y eso me lo ha transmitido a mí.
A mis amigos les gusta mi nombre como a mí me gusta el suyo y dicen que soy muy gracioso, sobre todo Juanfran (la verdad es que él también es gracioso, pero algunas veces se pasa). Me gusta mi nombre y sobre todo mi pelo, que increíblemente es rojo como la lava de un volcán.
En cuanto al origen italiano de mi nombre, tiene que ver con la veneración del dios Marte, dios de la guerra según los romanos.
En el cuadro de mi habitación también pone que soy optimista, alegre, simpático y con gran sentido del humor; que me gusta verme rodeado de mis amigos, y eso es verdad. También que soy sentimental con mis recuerdos y que suelo tener añoranza del tiempo pasado. Que tengo una sensibilidad exquisita y que podría tener grandes éxitos en el terreno artístico. Que estoy enamorado de la naturaleza, que siento una atracción especial por el mar y que me fascinará conocer otros países, otras culturas y otras gentes. La verdad es que todo lo que dice este cuadro refleja al milímetro cómo soy yo, así que no hace falta decir más.